Los mejores consejos para un jardín libre de malas hierbas

Mientras dedica tiempo y esfuerzo a cuidar sus plantas y trabajar duro para mantenerlas prósperas, las malas hierbas brotan, sobreviven a las duras condiciones y regresan mes tras mes sin pensarlo dos veces.

¡No es de extrañar que los jardineros los encuentren tan frustrantes!

Estas plantas no deseadas se reproducen rápidamente y, una vez que se establecen, son grandes supervivientes, ya que aparecen en el césped, los macizos de flores, entre las verduras y entre los adoquines, llenando cualquier espacio vacío en el que puedan echar raíces.

Desafortunadamente, no existe una cura milagrosa para eliminar las malas hierbas para siempre, pero hay pasos que puede tomar para ganar la guerra contra las malas hierbas sin necesidad de productos químicos y, con un poco de trabajo preliminar, evitar que se afiancen en el futuro.

Paso 1 – Identificar el problema

Mientras que algunas malas hierbas como el cardo, el oxalis y el diente de león son fáciles de reconocer, hay muchas que no son tan fáciles de detectar.

Algunas malas hierbas tienen hermosas flores que pueden hacer que sea difícil identificarlas como una planta problemática, especialmente para los jardineros novatos, por lo que es una buena idea identificar primero lo que ha plantado intencionalmente, y cualquier otra cosa que surja debe cuestionarse, aunque no necesariamente eliminarse.

Algunas plantas crecerán a través de la polinización y serán una adición atractiva a su macizo de flores, y algunas podrían ser beneficiosas para los polinizadores y otros insectos útiles, como las mariquitas y las arañas, que pueden ayudar con el control natural de plagas.

Si la planta crece vigorosamente, se ha esparcido o la ves en más de un parche, entonces es muy probable que sea una mala hierba y se debe arrancar lo antes posible.

En términos generales, hay dos categorías de malas hierbas: anuales y perennes. Las malezas anuales son mucho más fáciles de arrancar que sus contrapartes obstinadas.

Con raíces más gruesas y extensas, las malas hierbas perennes pueden ser difíciles de arrancar de una sola vez, ya que a menudo sus raíces se rompen, lo que permite que se forme una nueva planta debajo del suelo.

Paso 2 – Cuidado con la brecha

Si hay un espacio vacío para que crezcan, las malas hierbas no tardarán en invadir el suelo.

Una forma de ayudar a defenderse de ellos es llenar los vacíos. Un plan de siembra denso que cubra casi cada centímetro del suelo con follaje es un buen comienzo.

Si la luz del sol no puede llegar a la tierra que está debajo, es probable que las condiciones se vuelvan demasiado difíciles para que se establezcan las malas hierbas.

Cubrir las camas, los bordes y las áreas descubiertas con una gruesa capa de mantillo ha demostrado ser el método más exitoso para eliminar las malas hierbas, siempre que el suelo esté completamente libre de malas hierbas antes de comenzar.

El mulching intensivo con materiales como el polietileno o el cartón ayudará a erradicar el problema un poco más rápido que usar una capa gruesa de compost, que podría tener raíces de malas hierbas en su interior. También puede usar este método si tiene la intención de sofocar las malas hierbas en las camas vacías.

Paso 3 – Guerra territorial

Si tiene un césped irregular, entonces es importante llenar los espacios con nuevas semillas o césped lo antes posible antes de que las malas hierbas tengan la oportunidad de hacerse cargo, lo que podría matar más césped.

Cortar el césped con regularidad y rociar con el fertilizante correcto dos veces al año ayudará a fomentar un crecimiento más denso.

Si ve malezas creciendo entre la hierba, sáquelas de inmediato antes de que tengan la oportunidad de sembrar y esparcirse.

Paso 4: elimina el problema

Las malas hierbas pueden aparecer en cualquier momento, y aunque hay una variedad de herbicidas y productos químicos para eliminar las malas hierbas en el mercado, la forma mejor y más segura de deshacerse de las malas hierbas es arrancarlas físicamente, con raíces y todo.

Esta es una tarea tediosa, sin embargo, con herramientas como el desmalezador de Esganoderma o una azada, esto puede ser un poco menos doloroso.

Es mejor dejar la maleza hasta después de una lluvia, ya que será mucho más fácil arrancar las raíces de la tierra húmeda.

Trate de colocar su mano firmemente debajo del follaje de la maleza, apretando cerca de la base del tallo, luego use una escardadora, paleta o tenedor para cavar en el suelo y levantar las raíces para eliminar toda la planta.

Eliminar a los intrusos no es solo un trabajo de una sola vez, puede tomar semanas sacar las malas hierbas antes de estar realmente libre de malas hierbas.

Pero comprométase con una rutina semanal regular de quitar las malas hierbas y evitará que las malas hierbas se sembrarán en primer lugar, haciendo que el resultado final valga la pena.

Si tiene animales como chooks, entonces póngalos a trabajar dándose un festín en las áreas infractoras, recordando proteger las plantas que quiera mantener primero, ¡ya que los pollos no son quisquillosos!

A menudo, los criadores de aves dejan que los pájaros corran sueltos en el huerto al final de la temporada, donde pueden reinar libremente picoteando semillas de malas hierbas mientras fertilizan el suelo al mismo tiempo.

Paso 5 – No desperdicies, no quieras

Es posible que se sorprenda al saber que las malas hierbas son realmente buenas para el montón de compost. Sin embargo, las malezas anuales y perennes deben tratarse de manera diferente.

Las plantas anuales solo se pueden agregar antes de que se conviertan en semillas, cuando se pueden enterrar dentro de un montón de compost caliente. Las plantas perennes requieren un poco más para matarlas.

Un montón verdaderamente caliente que supere los 50°C funcionará, o alternativamente pudrirlos en agua si solo tienes un montón de compost frío.

Hunde las malas hierbas en un cubo de agua y pésalas para que las raíces permanezcan debajo de la superficie.

Deje la cubeta tapada durante unas semanas antes de agregar las malas hierbas ahogadas a su pila de compost. El líquido se puede colar y utilizar como un gran fertilizante natural: diluya una parte de líquido de hierba en cinco partes de agua dulce.

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